El voto femenino y yo (Clara Campoamor)

1.-No importaba la oportunidad, importaba la realización. Y es este último sentimiento el animador subconsciente de cuanto observo en torno, y esa actitud la que me impulsa a salir de mi largo silencio.

2.-En la defensa de la realización política de la mujer sustenté el criterio de ser su incorporación una de las primeras necesidades del Régimen, que si aspiraba a variar la faz de España no podría lograrlo sin destruir el divorcio ideológico que el desprecio del hombre hacia la mujer, en cuanto no fueran íntimos esparcimientos o necesidades caseras, imprimía a las relaciones de los sexos.

3.-Creo que la libertad se alcanza por propio esfuerzo y personal labor.

4.-No se trataba sólo de un problema de derecho femenino, sino a la vez de un interesante problema de Derecho internacional privado.

5.-Sólo a conciencia y con propósitos futuros podía sustraerse el sexo como motivo de injusto privilegio.

6.- A cada demanda de las mujeres, se les contestaba “que la declaración de igualdad lo era sólo en principio y pendiente de posteriores desenvolvimientos legales aplicables a cada caso”.

7.- …Sólo en principio reconocía la igualdad de sexos. En principio…Si la expresión no fuera harto elocuente para significar que se trata de una declaración en constante devenir.

8.- Es hoy, destruidas esas declaraciones, y la mujer no ha dado un paso más en el orden civil ni en el administrativo, y en ambos se ve constantemente arrebatar beneficios y situaciones que continúan vinculadas al privilegio masculino, aunque las pruebas de capacidad hayan sido análogas para los dos sexos.

9.-Las victorias o las derrotas se fraguan y aderezan en los preparativos de la lucha, y por ellos vienen condicionadas después.

10.-Se repite el hecho eterno de que cada hombre define a la  mujer a su manera, como la ven, no como ella es, porque hasta ahora no fue juzgada por normas propias, y es preciso dejarla que se manifieste para que por sus hechos se la pueda juzgar.

11.-Hay una profunda piedad, que hay una profunda ternura en estatuir el divorcio en España, porque no hay matrimonios deliciosos, y es insensato querer condenar a la indisolubilidad del vínculo cuando no haya manera de que se soporten dos en la vida.

12.-Cuando tuvisteis el poder, vosotros pudisteis transformar al mundo. Si no lo habéis hecho, ¿Qué culpa nos alcanza a nosotros?

13.-Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano; pensad que una Constitución es también una transacción entre las tradiciones políticas de un país y el derecho constituyente.

14.- No nos invoquéis el trasnochado principio aristotélico de la desigualdad de los seres desiguales; todavía no nos habéis demostrado que podéis definir la desigualdad.

15.- Yo hago un distingo preciso entre mi sentimiento ciudadano y el sentimiento del sexo, ambos potentes y poderosos, pero el primero acaso más.

16.- Les faltaba valor para declarar que eran opuestos al derecho femenino, porque creían, como creen, en la inferioridad de la mujer. Esa era la médula de su actitud; el resto, las razones ­–si así pueden llamarse a las oídas-, el ropaje, más o menos discreto, pero falso y quebradizo, con que se vestía el íntimo convencimiento.

17.-Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en la política, para que la política sea cosa de dos.

18.- Una mujer, dos mujeres, ¿Qué hacen en un Parlamento de 465 diputados? Dar una nota de color, prestarse a una broma, es decir, contribuir a que rija ese falso principio de la igualdad de los sexos.

19.-Nos preguntamos cuándo va a acabar de ser latiguillo de orador ese de la “ancestral y secular” incapacidad de la mujer, que por su ancestralismo necesita muchos años de evolución.

20.-Lo que pretendéis ahora es una igualdad condicionada, con lo que no hay tal igualdad.

21. Los sexos son iguales, lo son por naturaleza, por derecho y  por intelecto, pero además, lo son porque ayer lo declarasteis. (a los diputados presentes en la Cámara)

22.-Me siento ciudadano antes que mujer.

23.-El miedo a la mujer, es un miedo ancestral, subconsciente, casi biológico.





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